lunes, 9 de diciembre de 2002

Las musas de la violencia

La violencia doméstica arroja un balance anual de más de 50 mujeres muertas en este país. Las denuncias por malos tratos en el hogar superan las 20.000 y un reciente estudio del Instituto de la Mujer revela que el 15 por ciento de las españolas son maltratadas.

El día 25 de noviembre se celebró el día internacional contra la violencia hacia la mujer. Encomiable. Pero como sucede con el día contra el tabaco, el día del niño, el día de la mujer trabajadora,...y tantos otros días “institucionalizados”, se quedan en una simple conmemoración, como demuestran las estadísticas crecientes en casos de malos tratos.

La lucha contra la violencia hacia la mujer no es cuestión de un solo día, se ha de luchar contra ella a cada instante.

Vivimos en una sociedad dominada por los hombres y la mujer viene siendo maltratada desde el inicio de los tiempos. De hecho dicen que dios nos arrancó una costilla a los todopoderosos hombres para poder crear a la mujer y luego ella va y nos lo paga dándonos a comer del fruto prohibido y condenándonos al destierro del paraíso (insondable paradoja cristiana, cuando es normalmente la mujer la que nos transporta a indescriptibles paraísos y quien aleja de nosotros nuestro perpetuo fondo de estupidez).

Los malos tratos a las mujeres sólo se erradicarán cuando aceptemos que son iguales que los hombres y eso sólo lo puede conseguir la educación. Mientras tanto la violencia contra ellas continúa y no sólo maltratándolas o asesinándolas. La violencia contra la mujer se traduce en pagarlas salarios un 25 por ciento inferiores a los de los hombres, en que el 70 por ciento de las personas del planeta que viven en situación de extrema pobreza son mujeres, en que el 65 por ciento de los 1.000 millones de analfabetos del mundo son mujeres, en que la tasa de desempleo de la mujer es superior en un cincuenta por ciento a la de los hombres en las dos terceras partes de los países industrializados,... Podríamos seguir, porque, como en otros órdenes de la vida, son auténticas musas inspirando la retorcida imaginación del hombre para generar tipos de violencia, pero se me acaba el espacio de esta columna

Cuando consigamos arrancar de raíz todas esas diferencias, habremos acabado con la violencia y con los malos tratos a la mujer, o al menos estaremos en el buen camino para conseguirlo. Mientras no se logre este cambio, no os preocupéis, mujeres, podéis disfrutar de un maravilloso “Día internacional contra la violencia hacia la mujer”, aunque luego se quede en una simple declaración de buenas intenciones, como casi todo y casi siempre.

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